Muchas veces le damos tiempo
de sobra a algunos asuntos que nos dan miedo de enfrentar, en ocasiones por
pensar que se solucionarán solos y otras veces porque de cierta manera anticipamos que su desenlace será profundamente doloroso para nosotros.
Dejar una relación requiere valentía y razones lo suficientemente fuertes y razonables que no dejen dudas de nuestro proceder, por lo cual ten en cuenta que para ello deben estar ocurriendo estas situaciones o parecidas prolongándose e intensificándose con el pasar de los días:
La confianza se nos extravió y parece que jamás la volveremos a encontrar, si han ocurridos situaciones que ponen a prueba la confianza y siempre ha ganado la batalla esa sensación de incertidumbre cruel y dolorosa, además que se repite con más intensidad y sientes que ni hablando de ello se puede elevar de nuevo la confianza, es mejor prestar atención a esta señal.
Las
discusiones aumentan con los días y parecen ser más profundas
causando daños emocionales irreparables, discutir es inevitable en una relación
pero ello no implica que se deba soportar diariamente una de ellas y por
cualquier cosa, cuando esto ocurre se empiezan a hacer pequeñas grietas que al
final terminaran por destruir cualquier amor.
Una
infidelidad jamás se perdona y si lo haces debes ser consciente que tu relación jamás será lo que fue en un primer
momento, las infidelidades tienen un serio problema y es que atacan directo al corazón
de la confianza y esta es la base de toda relación humana, y si esta se ve diezmada, se pueden ir colando otras situaciones igual de desagradable, si esto ocurre es
mejor decir adiós.
Definitivamente
me da igual que este a mi lado o que no esté, si realmente llegas a sentir esto debes preguntarte ¿Qué hace esta persona en mi vida que no la puedo dejar
libre? Recuerda que, si tú no quieres a una persona en tu vida habrán cientos de
otras que la estarán esperando y no se debe ser egoísta ni con uno mismo ni con
la otra persona.
Cada vez te aleja más de tu
círculo familiar y de amigos, esto es egoísmo en su máximo nivel y no se puede
aceptar, que nos aíslen de nuestra vida es un acto por lo general silencioso
que a la final termina por reducir nuestra vida a una persona con actitudes
egoístas, recuerda que alguien que ame de verdad tratara de vincularse a tu
mundo o desvincularte a ti del tuyo.
No esperes a terminar
odiando a la otra persona, recuerda que, las cosas a veces es imposible
forzarlas porque se pueden romper para siempre y a partir de ese momento todo
dejarán de ser como antes.